El gato siberiano es un gato nativo de la zona oriental de Rusia, específicamente de la fría región de Siberia, y probablemente es el resultado del cruce del gato común europeo con el gato salvaje de los bosques siberianos.
Está dentro de la categoría de los gatos de pelo semilargo y su abundante pelaje ha permitido que la raza subsista mil años soportando temperaturas de casi 30 ° C bajo cero. Su carácter es muy amigable y juguetón, y es uno de los pocos gatos a los que gusta jugar con el agua. Destaca, también, por su gran inteligencia. Puede crear una estrategia espacial con su entorno para conseguir algo, o bien conseguirlo en base a su intenso ronquido y caricias que dirige a su cuidador, el cual es extremadamente fiel.